Cuando nos encontramos en las portadas de los medios deportivos día tras día con las caras de las superestrellas, estamos consiguiendo que estos jugadores suban su nivel mediático, por lo tanto su valor como activo del club. Esto lleva a una correlación de movimientos, donde el club al tener un jugador franquicia con alto valor mediático y social ayuda al club a atraer grandes marcas patrocinadoras y negociar mejores contratos.
Un ejemplo de ello fue la gran época de los galácticos, donde no era de extrañar que sus principales baluartes, Raúl, Zidane, Ronaldo vistiesen la misma marca de ropa deportiva que la que patrocinaba y vestía al club.
También esta posición de jugadores franquicia ayuda al jugador que ve aumentado su valor y por tanto puede negociar mejores contratos con su club o con el club que le pretenda, porque no únicamente están comprado un jugador sino también están comprando un producto atractivo para empresas y medios.
El caso más sonado fue los 96 millones que el Real Madrid se gastó en Cristiano Ronaldo, donde un porcentaje de la imagen del jugador amortizaba a medio plazo la inversión inicial. Florentino sabia que aparte de un gran jugador estaba comprando, como con Beckham, un producto que el aportaría ingresos extras.
Pero lo más curioso de los jugadores franquicia ha sido el seguimiento que he realizado con el Levante UD, un club modesto que a base de una muy buena gestión, está consiguiendo mantenerse en primera división. Pero, ¿cómo enlazamos los jugadores franquicia con un club modesto
La lectura que hizo el Levante sobre este tipo de movimientos fue muy inteligente. El club sabe que sus únicos activos que le pueden reportar ingresos, es la compra de jugadores a un buen precio y luego venderlos a un precio superior al comprado. Pero también han apostado por “personalidades”franquicia.
El año pasado el Levante UD apostó por “tres personalidades” dentro del club que podríamos valorar como personalidades franquicia, el primero, su presidente Quico Catalán, que durante todo la campaña y parte de esta, va apareciendo en los medios de forma intermitente con un mensaje muy claro, el levante es un club humilde pero con una buena gestión.
Esto ayuda a que las empresas apuesten por el equipo y éste, al ofrecer una imagen de buena gestión, pueda conseguir mejores cesiones, contratos con empresas y estabilidad social y financiera.
El segundo el entrenador, Luis García, que de la mano de su presidente y de forma muy continuada fue apareciendo en medios, eventos, reportajes, entrevistas, medios internos del club, donde la imagen que se daba era la de un gran entrenador (que lo es) que ha sabido coger al equipo más humilde, ascenderlo y mantenerlo con una segunda vuelta de película. Esto le reporto al club, la venta al Getafe, por un millón de euros.
El tercero fue Felipe Caicedo, que sus 14 goles, su aportación dentro del equipo y la repercusión mediática que el club estratégicamente elaboró en medios y prensa hizo que lo que empezase con una cesión acabará siendo un negocio redondo para el Club.
Este año si seguimos analizando al Levante, la figura que está sobresaliendo entre todas es la de Ballesteros, hombre veterano del club que está siendo posicionado en medios, eventos e internamente en los medios del club, para dotarle de un valor, que personalmente creo que no es para venderle, puesto la edad que ya tiene, sino para ser en el futuro hombre de club.
Una buena utilización de los jugadores y las “personalidades” franquicia por parte de un club, apoyados por una buena estrategia a corto y medio plazo puede reportar positivamente a todas las partes y generar valor de futuro tanto para el club como para el jugador.
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