Hace relativamente poco hemos visto en los medios, dos noticias referentes al Liverpool que llevan a la reflexión. En el club, en un periodo corto de tiempo, han tenido dos incidentes con dos jugadores que han dañado la imagen del jugador, por su puesto pero también y colateralmente la del club.
El primer caso fue de racismo, las palabras de Luis Suarez, jugador del Liverpool a Evra, del Manchester United, llamándole en varias ocasiones ““negro” o "te pego porque eres negro”, estas duras palabras fueron las causantes de que el jugador (Evra) y su entrenador, lo dejarán mostrado en el acta del partido y la federación castigase al Uruguayo con 8 partidos.
Aunque el jugador públicamente pidió perdón, esta mancha constará siempre en su historial y será un punto negativo para que cualquier patrocinador o marca quiera asociarse con el jugador. Otro caso reciente en el Liverpool fue el del centrocampista Stewart Downing, interrogado por la policía por supuesta reyerta con su exnovia. Caso presuntamente de malos tratos que daña como en el caso de Suarez, la imagen del jugador de por vida.
Hay más casos que salen a la palestra de jugadores que por su comportamiento, no únicamente dentro del campo sino sobre todo fuera, perjudican gravemente la imagen de un club. Casos como las de Miguel del Valencia, las fiestas de Ronaldhino, o diversos jugadores pillados fumando.
En el caso de deportes colectivos, este tipo de conductas negativas puede repercutir no sólo en una sanción económica, sino en una pérdida de valor de la marca del jugador que puede quedar relegado a un banquillo y entrar dentro de una “lista negra” donde otros clubes miraran que por muy bueno que sea, igual no les vale la pena como club ficharlo. A nivel personal puede perder los patrocinadores o marcas que le apoyen, al igual que entra nuevamente en una “lista negra” donde patrocinadores, marcas y medios no van a querer interesarse por él.
Además este tipo de conductas también están siendo valoradas por las mismas federaciones y entrenadores de selección que apuestan por llevar jugadores que hagan equipo y no que puedan perjudicarlo. Este tipo de situaciones tienen mayor visibilidad cuando se tratan de deportistas individuales, como el caso más conocido de Tiger Woods.
La relación entre la conducta de los jugadores o deportistas y la imagen de un club está muy relacionada, cualquier acción deportiva o extra deportiva que el jugador o deportista comete, daña gravemente la imagen del club que pertenece. Lo ideal es que los jugadores fuesen contratados, no únicamente por su calidad dentro del terreno de juego, sino también con los valores que el jugador tiene y que están en armonía con el club. Un club donde sus jugadores que transmitan esos valores personales dentro y fuera del campo, que transmitan los valores del club siendo embajadores. Es la relación ideal para conseguir mejores patrocinadores, mayor apoyo social en definitiva mejor reputación de club.
Hay clubes que están apostando por mostrar públicamente mediante acciones sociales, eventos, vídeos y noticias, a sus jugadores más importantes que transmiten una serie de valores donde el club quiere que se le asocien. De esta forma el club mejora en reputación social, aumenta no tanto sólo el valor de su marca sino también el de sus jugadores atrayendo el interés de los medios, de patrocinadores que quieren asociarse a esos valores y de clubes interesados en fichar a esos jugadores con valor, mejorando entonces la propuesta económica.
Al final os dejo con un artículo que personalmente me ha llamado la atención http://mundod.lavoz.com.ar/futbol/41-locuras-mario-balotelli
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminar