miércoles, 9 de noviembre de 2011

PATROCINIOS BASADOS EN VALORES

Si buscamos bibliografía específica sobre patrocinios deportivos, encontraremos diferentes autores que nos explican los beneficios que una empresa y un deportista pueden obtener, siempre visto desde el lado empresarial. Si preguntamos a profesionales, nos dicen que la base de todo acuerdo de patrocinio se marca en obtener resultados a corto plazo y se hace siempre en el momento cumbre de la carrera del deportista.

Si preguntamos a los directores de patrocinio de las empresas, nos dirán los diferentes riesgos que corren patrocinando a medio o largo plazo un deportista y por ello apuestan por patrocinios breves. Si preguntamos al deportista, éste quiere obtener mayor rentabilidad a menor tiempo posible porque sabe que, por una mala racha de resultados o una lesión, puede hacer que pierda sus marcas patrocinadoras.

Este post no está dirigido a los grandes deportistas que las marcas se pelean por ellos, independientemente de los valores o imagen que transmitan, va dirigido a toda esa clase media deportista. Muchos de ellos de deportes muy exigentes y poco reconocidos que luchan por conseguir una marca patrocinadora que les complete la beca que reciben.

En estos casos, siempre he respaldado la opinión de basar los patrocinios a los valores que el deportista transmite. En muchos casos, son deportistas con alta implicación en causas sociales, con gran iniciativa en enseñar sus experiencia personal y deportiva a niños y padres.
Si las marcas aceptan dejar de un lado el éxito deportivo y se basan en otros aspectos que establezcan lazos, como los valores personales y humanos del deportista, conseguirán un patrocinio más duradero, más fuerte y con mayor transmisión de valores del deportista a la marca.

En estos casos la idea es conseguir que el interés mediático del deportista se base, no única y exclusivamente, en el éxito deportivo sino establecer otras líneas interesantes que despierten el interés mediático y que ayuden a la marca a apostar por ese deportista. La clave radica en este punto ya que así, las marcas patrocinadoras,están apostando por los valores del deportista, dejando un lazo el éxito deportivo que si se obtiene. Dota de un plus el patrocinio pero no es la base del mismo.

Así las empresas patrocinadoras obtendrán un patrocinio más real, más duradero, con menor riesgo, ya que apuesta principalmente por los valores del deportista. En Marca Personal Deportiva se trabaja para conseguir que este tipo de patrocinios se mantengan incluso después de la vida profesional, gracias a que los valores propios y personales son estables y duraderos. Se aboga por evitar el patrocinio cortoplacista y apostar por un patrocinio con más ingredientes y que beneficie a ambas partes. Crear sinergias duraderas.

Un punto que quiero dejar claro, es que la poca profesionalización del sector y el intrusismo profesional está mermando el mundo del deporte. El cortoplacismo y la explotación del deportista como si fueran objetos por parte de terceras personas, hace que los deportistas comiencen a apostar por profesionales que ven más allá del éxito deportivo y que le den herramientas para que pueda construir una marca personal de futuro.

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